Navidad, crisol donde se mixturan lo profano y lo sagrado, lo culto y lo popular, haciéndonos simultáneamente: hombres y mujeres, de obras y también de fe.
Un niño nace en un pesebre en un lugar remoto de un país, cuando sus padres huyen de la ira de un gobernante, ante la inminencia de la cristalización de una epifanía milenaria.
Un niño asombra a los sabios de su tiempo – sacerdotes, escribas y fariseos- al sostener un debate acalorado, sobre las bases y los principios de la fe, al momento de replantearse la relación con la sociedad y la cultura de su tiempo, siendo descalificado y vituperado, por ser simplemente: el hijo de un carpintero y una ama de casa, no un docto conocedor de la estructura de las elites.
El niño ya crecido, abjura de la ley mosaica y sintetiza los mandamientos que sirvieron de guía y luz a toda su nación por centurias, reduciéndolos a solo dos:
“Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo”.
Lanzo su mensaje a la comunidad, todos los días de su vida, a partir de los treinta anos, predico en sábado, acogió a los enfermos, a los parias, a las prostitutas y creo un equipo de hombres mujeres, comunes y corrientes, quienes le siguieron, le vieron hacer actos excepcionales y posteriormente, basándose en la fe, ellos también consiguieron realizarlos.
Supero las dicotomías que hacían posible la exclusión y la pugna religiosa entre judíos y gentiles, de circuncisos e incircuncisos, con una propuesta de paz y amor universal, en un contexto signado por el odio, la intolerancia y las miserias espirituales.
Finalmente - ayer, hoy y quizás mañana, como si no pudiera ser de otro modo- fue crucificado, acusado de los crímenes más horrendos contra la fe y la estabilidad del Estado.
Sea pues esta fecha conmemorativa de su natividad… un espacio, para que los hombres y mujeres de luces y talento, repensemos en el valor de la decisión y la oportunidad, para hacer la diferencia, en un mundo como el contemporáneo, en que las posesiones, el amor al dinero, el lucro y éxito fáciles -y la crisis de sentido para la vida- en ocasiones amenazan, la construcción de subjetividades creativas y de la reflexividad necesaria, para: impulsar hacia el cambio permanente, el presente y el futuro de nuestras comunidades, alli, donde en el semaforo, en la calle, en la oficina, los lugares de diversion u oracion, esta mirandonos a los ojos, precisamente el projimo.
Quizás, la respuesta en esta época, como en cualquier otra, provenga de las voces impolutas de la infancia y la juventud…hagamos posible, con los medios al alcance de cada cual: la educación, el ejemplo, el ocio y la alegría, a los que tienen derecho, en tanto personas humanas.
Vida, alegría, paz & Amor…para todos y todas, en Navidad.
Yoe F. Santos
http://www.yoesantos.com
Santiago de los Caballeros
24 Diciembre, 2006
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" La anomalía sólo resalta contra el fondo proporcionado por el paradigma. Cuanto más preciso sea un paradigma y mayor sea su alcance, tanto mas sensible sera como indicador de la anomalia, y, por consiguiente, de una ocasion para el cambio el paradigma.(...) El fracaso de las reglas existentes es el que sirve de preludio a la busqueda de otras nuevas(...)"
T.S. Khun
"La estructura de las revoluciones cientificas". Berkeley Univ., 1962
